LA IMPORTANCIA DE LA CADENA DE FRÍO

EN PESCADOS Y MARISCOS

Las carnes blandas son la proteína animal que consideramos más saludable y  beneficiosa para el consumo humano gracias a que nos brinda un alto aporte en proteínas y grasas saludables. Contienen los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita y en el caso de los mariscos, su contenido calórico es bajo. Las carnes blandas son una buena alternativa, ya que hay otros alimentos que pueden contener su mismo valor proteico, pero sus propiedades grasas y nutritivas son menores.

Adicional a lo anterior, las carnes blandas pueden aportarnos vitaminas A, B, D y E; minerales como el calcio, el hierro, yodo, zinc, selenio, fósforo y potasio, además de ácidos grasos como el omega3.

Las llamamos carnes blandas por su textura tierna y delicada. Tienen sabores exquisitos, son fáciles de masticar y se digieren fácilmente. Además de eso, son fáciles de preparar y pueden hacerse diversos platillos con ellos.

Dentro del grupo de las carnes blandas encontramos pescados y mariscos, que sean vertebrados o invertebrados, marinos o de agua dulce y que sean comestibles.  Entre ellos están:

  • los moluscos, como los mejillones y las ostras.
  • los crustáceos, como los camarones, langostinos y langostas. 
  • los cefalópodos que son los calamares y los pulpos.

También está su categoría más grande: los pescados. Estos los encontramos en diversas variedades. 

Los pescados grasos, que son aquellos que tienen un elevado porcentaje de grasa corporal y los pescados magros, que tienen un menor porcentaje de grasa. También tenemos una categoría intermedia que son los pescados semigrasos.

🦈 Pescados Grasos:  tenemos al salmón, el atún, la sardina y la trucha.

🐟 Pescados Semigrasos:  están la anguila, el besugo y el salmonete.

🦞 Pescados Magros: la merluza, el bacalao, el lenguado y la langosta.

Pese a que las carnes blandas se separan entre magras, semigrasas y grasas, una de sus bondades es su bajo contenido graso, pero es un factor que las hace más frágiles al momento de conservarlas en cadena de frío. Recordemos que si el alimento va a consumirse de 2 a 3 días de su procesamiento podemos almacenarlos en refrigeración, pero en caso de requerir una mayor duración es necesario congelarlos.

Mientras dure la cadena de frío debemos garantizar que esta sea lo más estable posible con el fin de permitir que nuestro consumo lleguen alimentos de calidad y nutritivos, es aquí donde la tecnología juega un papel importante para detectar de forma oportuna situaciones atípicas y tomar decisiones a tiempo.

Por eso en iMometrics  estamos comprometidos en brindar herramientas a través de la tecnología para hacer una gestión sostenible de la cadena de frío, batallando contra las mermas, consumos energéticos excesivos o la pérdida de tus productos. Trabajemos juntos para hacer productiva y eficiente la conservación de los alimentos.

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